Es un signo de puntuación representado por una línea horizontal a medio renglón (—), el cual es diferente al guión (-). Tiene dos usos principales (ver usos ortográficos de la raya (—):
Cuando se comienza un diálogo se utiliza como signo de apertura y señala el parlamento de cada personaje:
—¡Cómo le parece! —decía Siervo.
(Tomado de Siervo sin tierra.
E. Caballero Calderón.)
La raya (—) se utiliza como signo doble para abrir y cerrar, cuando para introducir un enciso. Se debe tener en cuenta que al escribirlas deben ir pegada a la primera y a la última palabra que enmarca el enciso y separadas por un espacio o signo que las precede o sigue.
Para Nicolás la fidelidad —cualidad que defiende por encima de cualquier otra— es algo muy sagrado.
Se debe tener en cuenta que cuando un signo de puntuación sigue a la raya de cierre, no se deja espacio entre ambos.
Esperaba a Felipe —pero no llego—. Tristemente, no vendrá.
Esperaba a Felipe —pero no llego—, que, no vendrá.
Importante:
Si utiliza la raya (—) para encisos, ésta puede ser reemplazada por comas (,).
Nunca cuando se utiliza la raya para encisos se debe omitir la raya de cierre
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